Subida de la luz
Pediré disculpas por mi lenguaje soez antes de comenzar a escribir. Si hay alguien que se ofende con facilidad ante la vulgaridad de algunas palabras de nuestra preciosa lengua castellana debe dejar de leer ahora mismo, no quiero ser el causante de ninguna jaqueca en su delicado cerebro. Que fácil es hablar la subida de la luz desde un altar de terciopelo hecho a medida, qué fácil es hablar de la calidad de la educación pública desde un lujoso barrio de la capital, que fácil es hablar de la calidad de la sanidad cuando a uno lo atienden con la alfombra roja cuando llega al hospital con dolor en los genitales. Que fácil es ser importante en el mundo de los vulgares. No siendo ira ni dolor, solo asco y repugnancia, por una variante de la raza humana que ha ido creciendo a lo largo de los siglos hasta convertirse en una lacra pestilente que destruye todos los valores sin llegar a rozarlos ni con la punta de los dedos. Una clase de engendros hechos a medida por el sistema para ma...