Caciquismo políticamente correcto

 El mundo del futbol vuelve a ser noticia, y como es costumbre en los últimos tiempos, no por el juego de los equipos.

Los vituperios han retumbado por la antigua red social Twitter con la misma fuerza que la campana de St. Petersglocke. ¿Por qué? Porque un hombre hizo una broma sobre el malabarismo con la pelota. Una broma tan inocente como desafortunada, tan divertida como mal interpretada. A tal punto llegó la historia que dos clubes de la envergadura del Paris Sant-Germain y F.C. Barcelona decidieron no conceder entrevistas al medio que la permitió. Clubes que, en sus estadios, permiten gritos insultando a jugadores y árbitros sin ningún tipo de pudor (cabe decir, que el París Sant-Germain los permite en francés, lo cual, seguramente, resta un poco de fuerza al asunto) resulta que ahora se ponen dignos porque alguien dice en todo desenfadado y divertido (mientras un jugador hace juegos aéreos con la pelota de fútbol) “Si no triunfa, siempre puede hacer malabares en un semáforo” Y se abrió el melón de los insultos: Las redes sociales ardieron, con la misma intensidad que Notre Dame en 2019, pidiendo la cabeza del graciosillo que se atrevió a comparar a un futbolista con algo tan indigno como un malabarista de semáforo, porque eso es insultante, denigrante y deshonroso. ¿Cómo se atreve a decir tal cosa?

Curiosamente, los insultos más repetidos que está recibiendo el Mono Burgos son: Racista y clasista.

En mi humilde opinión: Si crees que Germán Burgos dijo eso porque el chico tiene rasgos extranjeros, o que colocaba en una clase inferior a los malabaristas… Tal vez el racista y clasista no sea él.

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